La corrección de estilo, en cambio, podría considerarse una revisión mucho más profunda, e implica intervenciones por parte del corrector para conseguir un texto bien pulido, coherente y optimizado para conseguir su deseada función. Este tipo de corrección podría suponer cambios en el estilo, el tono, el uso de lenguaje, la organización y la fluidez del texto, adaptando la retórica (si hace falta) a las convenciones y expectativas del idioma y el público de destino. En nuestro caso, se tratará de adaptar el texto a las expectativas y retórica de un público angloparlante, y trabajaríamos el documento para conseguir un texto típico de su género en inglés.