Los servicios de traducción como los conocemos hoy día nacieron de la necesidad de traducir textos sagrados y filosóficos durante las primeras civilizaciones. Por ejemplo, la traducción de la Biblia al latín en el siglo IV por San Jerónimo, que permitió su difusión por todo el Imperio Romano.

A lo largo de los siglos, la traducción ha sido un medio para preservar el conocimiento y transmitir ideas y culturas de una generación a otra.

Durante la edad media, la traducción de textos científicos y filosóficos del árabe al latín tuvo un papel crucial para los intercambios culturales. Durante el Renacimiento, ha habido mucho más interés por las lenguas y culturas clásicas. Esto impulsó el crecimiento de la traducción literaria y científica, convirtiéndola en un campo muy valorado por intelectuales y académicos.

En los tiempos más recientes, la globalización y la expansión del comercio en todo el mundo han aumentado la demanda de servicios de traducción. Esto ha hecho que los traductores mejoren cada vez más, y el campo de la traducción se vaya muy diverso.